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Los 5 peores compañeros de piso

Independizarse suele ser el sueño de la mayoría de jóvenes, muchos no pueden esperar a salir de casa de los padres y empezar una vida lejos de las reglas y obligaciones de estos. Compartir piso con amigos, tener tus propios horarios, comer lo que te apetece y cuando te apetece y no tener que dar explicaciones suena a paraíso cuando llevas toda la vida viviendo con papá y mamá. Pero la verdad es que la convivencia no es tan idílica como parece y, según una encuesta realizada por Uniplaces a 2.500 jóvenes europeos, existen cinco tipos de compañero de piso con los que es mejor no coincidir.
El que se lava poco. Todos hemos tenido algún compañero de piso al que parece tenerle miedo al agua de la ducha. Aunque para la mayoría de personas la higiene personal es algo fundamental, para otras no parece ser una prioridad. Según la mayoría de los jóvenes encuestados, un compañero de piso que no mantiene una buena higiene arruina por completo la convivencia.
El que roba comida. Seguramente una de las cosas que más rabia nos dé es que nos desaparezca la comida y, sobre todo, que nadie responda por ello. Todos hemos experimentado la sensación de impotencia al descubrir que alguno de nuestros compañeros nos ha robado las galletas, la leche o el arroz y, lo que es peor, que nadie sepa nada.
El que siempre paga tarde. Siempre hay algún compañero que no paga las facturas a tiempo o su parte del alquiler. Este es uno de los compañeros de piso más odiados, puesto que pone en riesgo al resto de la casa.
El que nunca saca la basura. Al parecer, hay personas que piensan que el cubo de la basura no tiene límite y van echando más y más hasta formar pirámides imposibles. En realidad no es más que una estrategia para no sacar la basura, que es una de las cosas que más pereza nos suele dar.
El desorden en persona. El último de los cinco compañeros de piso más insoportables es el que deja sus cosas por toda la casa y nunca recoge. Seguro que todos hemos tenido el típico colega caótico, para el que el desorden es su forma de vida, que nunca devuelve las cosas a su sitio y que deja su ropa por todas partes.